2/4 DE LA TIERRA, EL CORDERO

Ternera, pollo, cerdo, cordero o bien opciones más sofisticadas como ciervo, jabalí, avestruz o wagyu  todas son buenas alternativas como fuente proteica de origen animal.

La cultura de cada uno o nuestra amplitud de miras nos orientará en la selección de productos más acordes con nuestras preferencias.

Retomando a nuestra antepasada Lucy (Australopitecus afarensis) recordamos que era fundamentalmente vegetariana, solo de vez en cuando comía algún animal que encontraba muerto en los alrededores por tanto podemos considerar que su dieta era más bien escasa en el consumo de carnes.

Pero  el clima y la necesidad de comida agudizan el ingenio y cansados del nomadismo empezamos a emular a tigres y cocodrilos.

Aprendimos a cazar con la ayuda de nuestro cuerpo que cada vez iba modificándose anatómicamente para mejorar estas nuevas capacidades, además, paralelamente a ello aparecieron como una necesidad,  las herramientas; rudimentarias en un principio y más sofisticadas a medida que mejorábamos en habilidades.

Y el consumo fue avanzando y como todo, evolucionando. Ahora comemos carnes sin tener necesidad de cazarlas, las llevamos a la boca mediante un tenedor sin tener que apenas tocarlas y las tragamos de forma eficiente sin tener que masticarlas en exceso porque están sometidas a un correcto proceso de cocinado que mejora su sabor y palatabilidad.

A María Victoria.

Formulando nueva dosis informativa