El verano, época alegre del año para quienes viven en latitudes septentrionales. La nieve desaparece, los suelos se descongelan, regresan las temperaturas cálidas y los árboles están repletos de hojas, flores y frutos. Llega la recolección, se recoge lo que se ha sembrado y la comida es más fácil de encontrar. “En s´estiu tothom viu”.

El Solsticio de verano o solsistere  marca el principio del estío; se produce en el hemisferio norte del globo terráqueo el 21 de junio cuando el sol pasa por el trópico de cáncer al norte del ecuador celeste y es precisamente ese momento en el que el sol “permanece quieto” y alcanza su posición más alta en el cielo.

Fenómeno que ocurre dos veces al año se da cuando el semieje de un planeta está más inclinado que la estrella de su órbita y pasa por uno de los puntos de la elíptica, en su movimiento aparente, más alejados del ecuador. Es en ese preciso instante cuando se da la máxima diferencia de duración entre el día y la noche.

La interpretación de este fenómeno se traduce en una celebración de alguna forma como vacaciones fiestas o rituales: En china se celebra lo femenino, la tierra y las fuerzas del yin; en palestina los rayos de sol del solsticio iluminan el extremo oriental de los altares de las ruinas del Qumrán donde adoraban al sol o en las antiguas tribus celtas y eslavas donde se vive la noche de Beltaine. Sea como fuere es noche de festivales de fuego, de oráculos para la adivinación y de la magia del amor (las parejas de amantes saltan las llamas para expulsar espíritus y demonios de la relación)

La noche de san Juan, festividad pagana que viene ligada a hogueras y fuegos. El rito principal para celebrar este fenómeno consiste en encender una hoguera para dar más fuerza al sol que a partir de estos días se va haciendo más débil (los días se van haciendo más cortos). Simbólicamente también tiene función purificadora entre las personas  que lo contemplan.

Se celebra en muchos puntos de Europa como en Noruega (Jonsok), Reino Unido (Midsummer) y especialmente en toda España donde está muy arraigada (Fogueiras de São João, Sant Joan, san Xoan o Donibane). Está ligada con antiguas tradiciones y leyendas como el baile de los aldeanos alrededor del pino solsticial, la leyenda encantada  o el baño en el rio a primera hora de la mañana.

Sea cual sea la ubicación las hogueras representan lo mismo; quemar lo antiguo para afrontar un nuevo ciclo con energías renovadas y sin resquemores pasados dando fuerza, luz y calor. Intentemos siempre aprovechar el momento y dejar atrás todo aquello que nos pese. Echémoslo al fuego!

A todos nuestros seguidores” Joans i Joanas” y en especial, a la nuestra.

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