Los pies, nuestro soporte vital, deben ser siempre una de nuestras máximas preocupaciones. En verano, con el calor, la piel se seca en exceso y tenemos que hidratarla adecuadamente para evitar grietas y descamaciones que resultan incómodas. Si se complican pueden provocar heridas que evitaremos aplicando cremas específicas para pies hidratantes y/o exfoliantes que nos ayudaran a cuidarlos.
Otro de los problemas son los hongos causados por sudor o por baños en piscinas que nos provocan rojeces y picores. Secar muy bien los pies y entre los dedos evitará que los tengamos húmedos y minimizará el riesgo de infecciones.
Mantengamos nuestros pies sanos y cuidados todo el año.
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