Esta semana os presentamos al Aedes albopictus, un mosquito urbano de origen tropical que desde hace unos años convive con nosotros. Organismo pequeño y rayado que produce un zumbido tan ligero que nos pica por sorpresa.

Como la gran mayoría de su especie, vive en zonas donde se encuentra agua acumulada o estancada, nos produce múltiples picaduras que pican y escuecen a partes iguales y son posibles vectores de múltiples enfermedades infecciosas.

Aparece en Mayo y se queda con nosotros casi hasta Octubre pero dependiendo de la climatología puede adaptarse y prolongar su estancia en nuestros lares, por todo ello, deberemos protegernos adecuadamente para evitar y/o minimizar sus consecuencias.

Evitemos entonces mantener aguas encharcadas como cubos de agua, jarrones, platos en macetas donde se acumule agua, piscinas hinchables, agua de bebida para nuestras mascotas, es decir, pongámosles la situación difícil para su reproducción  favoreciendo así que no se encuentren a gusto entre nosotros. Aun así consideremos telas mosquiteras, repelentes, insecticidas, velas de citronela, aceites esenciales…todo vale para combatir su incomoda presencia.

Ataca a cualquier hora del día aunque tiene preferencia por el alba y el ocaso. También puede picarnos en cualquier parte pero fundamentalmente lo hará en las piernas y aunque el momento de la picadura pase desapercibido no tardaremos mucho en darnos cuenta de ella  por el habón que nos produce segundos después. Consideremos entonces protegernos concienzudamente la zona, bien con ropa o aplicándonos correctamente repelentes adecuados a nuestra edad  y al tiempo de exposición.

Tras la picadura deberemos limpiar la zona con agua y jabón, desinfectar la zona y aplicar tratamiento adecuado bien sea antihistamínico o corticoide y si a pesar de todo, el tema se complica, no descartemos consultar a un profesional sanitario.

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