Invertebrado marino de pequeño tamaño con forma de esfera y recubierto de púas que le sirven para moverse. Estas espinas de longitud variable (de 1 a 3 cm) le sirven como protección frente a los depredadores.
En verano es frecuente que numerosos bañistas pisen por descuido alguno de ellos y por consiguiente se claven sus púas.
Las púas de erizo son calcáreas, se clavan fácilmente en la piel y son bastante quebradizas (si se rompen tendremos que acudir al centro de salud más próximo puesto que necesitaremos aplicar tratamiento adecuado ya que pueden infectarse)
Como remedio inicial aplicar crema con base vaselina. Si es necesario con una aguja estéril y unas pinzas (dependiendo de la habilidad del que manipule los instrumentos) podemos intentar sacarlas con éxito.
Es recomendable seguir cualquier tratamiento de noche puesto que el pie no sufre ningún tipo de presión y se facilita la expulsión de la púa.
Formulando nueva dosis informativa