Ya lo dijo Heráclito la vida es un continuo fluir; lo único permanente es el cambio. Múltiples colores que, como el caleidoscopio, se solapan unos a otros y hacen que el transcurso del tiempo, la mayoría de las cosas vayan modificándose en función de las circunstancias.

Seamos prácticos y adaptémonos al flujo lo antes posible; nadar contracorriente siempre es agotador y la mayoría de las veces no conduce a nada.

Surquemos los mares con la embarcación que nos ha correspondido de la mejor manera que sepamos. Sólo nos garantizan una travesía así que disfrutemos de ella en todo momento, dejemos a un lado la indiferencia y vivamos intensamente cada momento.

Formulando nueva dosis informativa