Muchas mujeres a cualquier edad y circunstancia pueden sufrir picores, irritación  flujo anormal u olor desagradable. Todos estos síntomas son debidos a múltiples causas, a saber, toma de antibióticos, bajada de defensas, situaciones de estrés o patologías asociadas por destacar algunas de las más frecuentes.

Necesitamos ser conscientes de que tipo de infección tenemos puesto que puede tratarse de una candidiasis vaginal (causada por un hongo) o una vaginosis (causada por una bacteria).

En una candidiasis el tratamiento adecuado son los antifúngicos que permiten tratar la infección en unas pocas tomas. En el caso de una vaginosis debemos actuar a tres niveles: reducir el olor desagradable y el flujo anormal, restringir el crecimiento de bacterias nocivas y reequilibrar las bacterias beneficiosas restableciendo el medio natural. Los antifúngicos en éste caso concreto no nos resolverán el problema (a no ser que sea una infección mixta).

En ambos casos es recomendable también utilizar productos específicos para la higiene intima cuyo fin es el reequilibrio fisiológico del pH de la zona vaginal evitando posibles recidivas. Calman la zona íntima sensible e irritada ofreciendo una sensación de frescor y confort.

Por último y no menos importante existen en el mercado probioticos (fundamentalmente lactobacillus como el plantarum, el reuteri o el rhamnosus) que son microorganismos presentes de forma natural en la flora íntima de la mujer y nos ayudarán a colonizar la zona nuevamente, creando una barrera protectora frente a posibles nuevas infecciones. Existen presentaciones orales o cápsulas vaginales y pueden utilizarse en determinadas situaciones de riesgo como también combinarse con cualquier otro tratamiento.

A Berta

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