Insectos voladores pertenecientes a la familia de los dípteros que nos amenizan las noches veraniegas con su incómodo zumbido.

Las primeras etapas de su ciclo de vida tienen lugar en ambientes húmedos donde las hembras adultas ponen sus huevos (aguas estancadas, plantas acuáticas…) pero para ello deben alimentarse de sangre de mamíferos (que proporciona las proteínas necesarias para que los huevos resulten fértiles) y es en esta fase donde pueden convertirse en vectores de transmisión de enfermedades infecciosas. Al picarnos extraen una pequeña cantidad de sangre e inoculan saliva, ésta es la que nos produce picor e irritación.

Poseen sensores químicos en sus antenas que son los que le permiten reconocernos (somos sus donantes involuntarios de sangre) detectando el dióxido de carbono pero además poseen sensores visuales, de olor y temperatura.

Eso es lo que hace que algunas personas sean más susceptibles de ser picadas que otras. Por tanto para no ser un objetivo deseable para los mosquitos deberás vestir colores claros, minimizar el uso de perfumes y usar repelentes (barra, loción, crema o pulseras de citronella) que los mantendrán a raya.

Formulando nueva dosis informativa