El carbono, elemento de la tabla periódica simple y complejo a la vez. Indispensable para la vida como elemento en sí y poco prescindible en sus múltiples posibilidades: alótropos como diamantes (para herramientas de pulido por su elevada dureza) o grafito (para la fabricación de lápices por el sedimento que depositan) e isótopos como el carbono 14, son algunas de sus formas. Hoy nuestro post se refiere a este último.

Ese raro y escaso elemento, radioisótopo del carbono, se utiliza en arqueología para la datación de los hallazgos en las excavaciones.

Los fósiles encontrados pertenecientes al  Astralopitecus afarensis  considerado el primer homínido bípedo erguido, datan de hace unos 4 millones de años aproximadamente. Perteneciente al género Homo, es considerado por numerosos autores uno de nuestros ancestros.

Lucy y sus pisadas nos desvelan muchos misterios. Los contornos de sus huellas permiten reconstruir el pie y deducir, a juzgar por el arco y la impronta que dejaron sus dedos, su forma de caminar.

Podemos considerar entonces que nuestra andadura, tal y como la conocemos, comenzó en ese tiempo y desde entonces nuestro cometido ha sido única y exclusivamente evolucionar.

“Polvo eres y en polvo te convertirás”  (Génesis 3:19)

Formulando nueva dosis informativa