LOS VIRUS NOS ATACAN, CONFIEMOS EN LAS VACUNAS

Empieza el frio, se acercan los virus y con ellos también la campaña de vacunación. Es importante valorar si debemos vacunarnos para minimizar los efectos de los mismos en nuestro organismo (menor sintomatología y mayor rapidez de curación). Enfrentarnos al invierno con un sistema inmunitario correctamente reforzado permitirá que sorteemos infecciones y enfermedades con  mayor facilidad.

Podemos definir a la vacuna  como cualquier preparación biológica(suspensión de microorganismos muertos o atenuados) destinada a generar inmunidad contra una enfermedad estimulando la producción de anticuerpos (defensas propias del organismo).

El método más habitual es la inyección aunque algunas pueden administrarse por vía oral. En este último caso la homeopatía y/o la fitoterapia  pueden ofrecer también otras alternativas destinadas  a aumentar las defensas naturales de nuestro organismo (thymuline, influenzinum, pelargonium o eleuterococo por destacar algunas opciones).

La gripe es una enfermedad respiratoria aguda producida por un virus por lo que los antibióticos no son efectivos para combatirla.

Sus principales síntomas, por todos conocidos, son: fiebre hasta 39 grados, escalofríos, dolores de cabeza y musculares, estornudos, lagrimeo, rinorea, faringitis leve y tos intensa. Dura entre cinco o siete días aunque puede prolongarse entre dos o tres semanas

La vacunación es una de las medidas de salud pública más eficaces para su prevención. Pero además deberemos adoptar medidas higiénicas como taparnos la boca al toser o estornudar, lavarnos las manos con frecuencia y no reutilizar pañuelos.

Puede vacunarse cualquier persona pero sobre todo deberán hacerlo los mayores de 65 años, enfermos crónicos, profesores y personal sanitario por destacar algunos de los más importantes.

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