Como dice el refranero popular: “En Abril aguas mil”. En esta época empezamos a ver en un rango similar de latitud y longitud todo tipo de atuendos independientemente de la previsión meteorológica. Abrigos acolchados comparten calle con camisetas de tirantes.
Un espectáculo visual que sorprende y es a la vez arriesgado puesto que aparecen los posibles trancazos y resfriados que, compartiendo con las alergias, ocupan un espacio en nuestras vidas.
Los cambios de temperatura, el viento y la humedad pueden desajustar nuestras defensas.
Es muy frecuente esa sensación de «me estoy resfriando» o «estoy cogiendo frío» en la que, la opción de ponerse algo más, llega demasiado tarde.
Seamos cautos, y a la vez que sacamos la ropa más primaveral dejemos algo de abrigo, por si en un momento dado lo podemos necesitar: siempre la prevención es nuestra mejor defensa.
Formulando nueva dosis informativa.
Cuanta razon tienes, Ana